El tema elegido para 2025 es «Conservación de los glaciares», que destaca el papel esencial de los glaciares para la seguridad hídrica a nivel mundial, en particular para la agricultura, y la necesidad urgente de preservarlos de los efectos cada vez más intensos del cambio climático.
Desde su primera edición, el Día mundial del agua ha servido de plataforma para llamar la atención sobre la gestión sostenible de los recursos de agua dulce . El objetivo es inspirar acciones para hacer frente a los múltiples desafíos relacionados con la escasez, la calidad y la accesibilidad del agua. A lo largo de los años, se le han asignado múltiples temas, desde «Agua y cambio climático» hasta «No dejar a nadie atrás», destacando cada uno de ellos diferentes aspectos de la crisis mundial del agua.
El tema escogido para 2025, «Conservación de los glaciares», es especialmente relevante para el sector agrícola, ya que el agua de los glaciares es esencial para el riego en muchas de las regiones agrícolas más productivas del planeta. A causa del rápido retroceso de los glaciares, hay una creciente incertidumbre entre los agricultores sobre la disponibilidad de agua, que repercute directamente en la producción de alimentos, en las economías rurales y en la seguridad alimentaria mundial.
Los glaciares suelen denominarse las «torres de agua», del mundo porque contienen alrededor del 70 % del agua dulce del planeta. Desempeñan un papel crucial en el suministro de agua a ríos y lagos, y en el mantenimiento de los ecosistemas, la agricultura y las necesidades humanas. Sin embargo, estudios recientes han puesto de manifiesto una tendencia preocupante: los glaciares se están fundiendo a un ritmo sin precedentes. Las investigaciones científicas indican que, desde el año 2000, los glaciares de todo el mundo han perdido más de 7 billones de toneladas de hielo, contribuyendo a elevar el nivel del mar en casi 2 centímetros..
Para la agricultura, la reducción de las reservas de agua de los glaciares es motivo de especial preocupación. Muchas de las regiones más fértiles del planeta, como la llanura indogangética en Asia del Sur, el oeste de los Estados Unidos y algunas zonas de Sudamérica, dependen del agua procedente del deshielo de los glaciares para el riego. La irregularidad en el suministro de agua conlleva una disminución del rendimiento de las cosechas, la degradación del suelo y un mayor uso de la extracción de agua de los acuíferos, lo que a su vez reduce aún más las reservas de agua. Por ejemplo, el volumen de los glaciares de los Alpes europeos se ha reducido en un 40 % desde el año 2000, lo que pone en peligro la disponibilidad de agua para las comunidades rurales de Europa central. Del mismo modo, en los Andes, el retroceso de los glaciares es una amenaza para la supervivencia de miles de pequeños agricultores, para quienes la regularidad del suministro de agua es fundamental.
Las Naciones Unidas han reconocido la necesidad de actuar con urgencia, proclamando el 2025 Año Internacional de la Conservación de los Glaciares. La iniciativa tiene como objetivo movilizar esfuerzos en todo el mundo para proteger estas formaciones de hielo tan vitales mediante una supervisión más exhaustiva, el desarrollo de sistemas de alerta temprana para las amenazas relacionadas con los glaciares y la promoción de una gestión sostenible de los recursos hídricos en las regiones que dependen de ellos.
Hacer frente a los desafíos relacionados con la rápida fusión de los glaciares requiere un enfoque integrado y colaborativo, especialmente en el sector agrícola, que es uno de los mayores usuarios de agua dulce.
El tema del Día mundial del agua 2025 es un llamamiento a la acción para el sector agrícola y la comunidad global. Si no se actúa con urgencia, la pérdida constante de glaciares tendrá graves repercusiones en la disponibilidad de agua para la agricultura, poniendo en peligro la seguridad alimentaria en todo el mundo. Mediante la adopción de tecnologías eficientes desde el punto de vista hídrico, la implementación de prácticas agrícolas inteligentes desde el punto de vista climático y el aprovechamiento de las soluciones de la agricultura digital, los agricultores pueden desempeñar un papel crucial en la protección de los recursos hídricos para las generaciones futuras.
Los desafíos que plantea el retroceso de los glaciares son enormes, pero con una acción colectiva por parte de políticos, agricultores, empresas y compañías tecnológicas, una agricultura más sostenible y resiliente es posible. Las soluciones están al alcance de la mano. Ahora, solo tenemos que actuar.