En este contexto, el módulo de defensa de xFarm representa una de las innovaciones más significativas. Ofrece a los agricultores herramientas tecnológicas para prevenir enfermedades y proteger los cultivos de forma sostenible y específica. Pero, ¿qué hay detrás de esta potente solución? Descubrámoslo juntos.
Los modelos predictivos son la base cualquier sistema avanzado de protección fitosanitaria. Se basan en un análisis riguroso de datos climáticos, agronómicos y de cultivo, junto con información sobre los patógenos objetivo, con el objetivo de predecir con antelación cuándo las condiciones del campo serán favorables para el desarrollo de enfermedades. Estos modelos se integran en Sistemas de Ayuda a la Decisión (SAD ) que, a través de plataformas digitales como xFarm, vigilan constantemente el riesgo de brotes de enfermedades.
Uno de los grandes potenciales de estas herramientas es la posibilidad de llevar a cabo tratamientos fitosanitarios de protección de los cultivos sólo cuando sean realmente necesarios.
En un contexto agrícola cada vez más centrado en la sostenibilidad, los DSP ofrecen una oportunidad única para reducir el uso de productos fitosanitarios, al tiempo que se protege el medio ambiente y se mejora la eficiencia de las prácticas agrícolas.
La creación de modelos de previsión eficaces requiere un gran trabajo de investigación científica y desarrollo. Para realizar el módulo de Defensa en xFarmha sido necesaria la participación de institutos de investigación, universidades y laboratorios especializados. La colaboración con estas instituciones permite recopilar datos de alta calidad, calibrar y mejorar continuamente los modelos para hacerlos más precisos y contextualizados.
La interacción entre la ciencia académica y la práctica sobre el terreno es crucial: al trabajar codo con codo con investigadores, técnicos y agricultores, los DSS se adaptan constantemente para hacer frente a los nuevos retos de la agricultura, como el cambio climático y los cambios en la relación entre patógenos y plantas. De este modo, el resultado no es sólo un sistema de alta tecnología, sino también una herramienta perfectamente adaptada a las necesidades concretas de los agricultores.
El núcleo del módulo de Defensa reside en las tecnologías utilizadas para recopilar y analizar datos. Las estaciones meteorológicas, los sensores de humedad de las hojas y los datos climáticos predictivos son necesarios para controlar constantemente las condiciones ambientales y los cultivos. Estos instrumentos recopilan datos en tiempo real sobre variables cruciales como la temperatura, la humedad, las precipitaciones, la dirección e intensidad del viento, las horas de humedad de las hojas y otras.
Sin embargo, la recogida de datos es sólo una parte del proceso. El otro elemento crucial es lainterpretación de esta información. Los modelos matemáticos y estadísticos base en el módulo de Defensa analizan las variables climáticas y medioambientales para hacer predicciones precisas sobre el desarrollo y la propagación de las enfermedades de los cultivos. Estas previsiones proporcionan a los agricultores indicaciones oportunas, lo que permite intervenciones específicas y basadas en pruebas.
Para garantizar la eficacia de los modelos de previsión, es esencial probar y validar las previsiones en contextos agrícolas reales. El módulo de defensa no se limita a simulaciones de laboratorio, sino que se ha probado ampliamente sobre el terreno, donde los datos de las previsiones se comparan con la evolución real de la enfermedad. Durante estas fases, la participación de agricultores, técnicos, centros de investigación y universidades es esencial, ya que sus comentarios y conocimientos ayudan a optimizar aún más el sistema.
Las pruebas de campo son, por tanto, un paso crucial para garantizar que el sistema no sólo funciona, sino que responde eficazmente a las necesidades de los agricultores, ofreciendo soluciones oportunas y prácticas para la protección de los cultivos.
La adopción de modelos predictivos y Sistemas de Ayuda a la Decisión (SAD) ofrece numerosas ventajas a los agricultores, mejorando la eficacia y reduciendo los costes relacionados con la protección de los cultivos. En primer lugar, estas herramientas permiten reducir el uso de tratamientos fitosanitarios, interviniendo únicamente cuando existe un riesgo real de enfermedad. De este modo, los agricultores pueden reducir el consumo de productos fitosanitarios, contribuyendo a la sostenibilidad medioambiental. Además, gracias a las previsiones oportunas y específicas, los modelos ayudan a entrar en el campo en el momento más adecuado, aumentando la eficacia de las intervenciones. Es importante destacar que los modelos de previsión no sustituyen al agricultor o al técnico, sino que son herramientas de apoyo a la toma de decisiones que ayudan a identificar la ventana temporal útil dentro de la cual el tratamiento fitosanitario individual puede ser más eficiente y eficaz para controlar la enfermedad. Este enfoque permite una protección de los cultivos más precisa, específica y responsable, minimizando el impacto ambiental y aumentando la productividad de forma sostenible.
Los DSS son un excelente ejemplo de cómo la agricultura puede beneficiarse de la innovación tecnológica y la colaboración entre la investigación y la práctica agrícola. Gracias a los modelos predictivos avanzados, las tecnologías de seguimiento en tiempo real y la personalización constante de los sistemas, los agricultores pueden proteger sus cultivos de forma más eficiente y sostenible, reduciendo los costes y el impacto ambiental. A medida que evolucionan los retos mundiales, estas herramientas son fundamentales para promover una agricultura más inteligente y sostenible que satisfaga las necesidades de un mundo cambiante.