27/6/2024

Cultivando el futuro: rotación de cultivos y cultivos de cobertura para una agricultura regenerativa

Maura Avallone
Becario de Ejecución de Sostenibilidad

La agricultura moderna se enfrenta a retos sin precedentes: en primer lugar, la necesidad de aumentar la productividad para alimentar a una población en aumento y al mismo tiempo hacer frente al cambio climático y a la necesidad de utilizar todos los recursos de forma responsable, suelo incluido. En la eterna danza entre el ser humano y la naturaleza, la rotación de cultivos y el uso de cultivos de cobertura constituyen prácticas fundamentales para una simbiosis regenerativa, y abren el camino hacia un futuro más sostenible y resiliente para la agricultura. 

La rotación de cultivos ha desempeñado un papel crucial desde la antigüedad. En la cuenca mediterránea, por ejemplo, los agricultores griegos y romanos, utilizaban rotaciones que incluían cereales como el trigo y la cebada, leguminosas como las judías y las lentejas, y cultivos arbóreos como el olivo y la vid. De este modo, no sólo producían lo necesario para una dieta equilibrada y variada, sino que también protegían la salud del suelo liberando y absorbiendo nutrientes, como el nitrógeno, del que los cereales son ávidos pero que las leguminosas liberan en el suelo a través de la simbiosis con bacterias fijadoras de nitrógeno.  

Desde un punto de vista técnico, la rotación de cultivos implica la alternancia periódicade diferentes cultivos en un mismo terreno, evitando así el monocultivo, que acarrea numerosos problemas. Este enfoque ofrece una serie de ventajas para los agroecosistemas:

  • Fomenta la biodiversidad vegetal y, por consiguiente, también la entomológica;

  • Reduce la presión de las plagas al interrumpir los ciclos vitales de los patógenos dañinos para la agricultura;
  • Mejora la fertilidad del suelo gracias al aprovechamiento de especies que ocupan nichos ecológicos diferentes y, por tanto, tienen necesidades nutricionales distintas;
  • Promueve la diversificación de ingresos, reduciendo el riesgo económico asociado a las prácticas de monocultivo;
  • Reduce la erosión y mejora la capacidad de retención de agua en el suelo.  

A veces, dentro de la rotación de cultivos, pueden incluirse los cultivos de cobertura, es decir especies que se siembran entre dos cultivos principales, o al menos durante los periodos de inactividad del campo, no tanto por su rendimiento económico sino por su capacidad para mejorar la salud y la estructura del suelo. Con frecuencia, no se siembra un único cultivo de cobertura, sino una mezcla de especies con diferentes efectos positivos para el suelo y el agroecosistema en general.  

Gracias a su sistema radicular fasciculado, las Poáceas (como la avena y el fenogreco) mejoran la estructura del suelo, reducen la pérdida de nutrientes por lixiviación, los absorben y, al descomponerse, los liberan gradualmente, poniéndolos a disposición de siguiente cultivo principal. Gracias a su simbiosis con la bacteria Rhizobium spp., las Leguminosas (como el trébol, la veza y la esparceta) permiten la fijación del nitrógeno atmosférico en el suelo; las Brasicáceas (como la mostaza y el rábano picante) trabajan el suelo en profundidad con su raíz pivotante, mejorando su estructura y porosidad y ejerciendo una acción biofumigante, eliminando ciertos patógenos. Cuando se utilizan de forma regular y continua, los cultivos de cobertura también permiten controlar las malas hierbas y, en ocasiones, pueden utilizarse como forraje para el ganado, lo que supone un doble beneficio.  

Pero los beneficios de la rotación de cultivos y del uso de cultivos de cobertura van más allá de un campo y de una explotación. De hecho, si se aplican de forma extendida, estas prácticas también contribuyen a mitigar el cambio climático al aumentar la capacidad de secuestro de carbono del suelo y al contribuir a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, sobre todo si se combinan con una labranza de conservación.  

En una época en la que la agricultura debe adaptarse a los efectos del cambio climático, resulta crucial invertir en prácticas que mejoren la resiliencia del suelo. Al principio, la adopción de prácticas como la rotación de cultivos y el uso de cultivos de cobertura puede suponer un reto para los agricultores. Sin embargo, los beneficios a largo plazo superan con creces el esfuerzo inicial. Además, con el apoyo de las tecnologías digitales, como los programas informáticos de gestión agrícola y los sistemas de monitorización, los agricultores pueden planificar y aplicar estas prácticas de forma más eficaz y optimizada.

En conclusión, la rotación de cultivos y los cultivos de cobertura son fundamentales para una agricultura regenerativa y sostenible. Invertir en estas prácticas no sólo aporta beneficios medioambientales, sino también mejoras en la productividad y la resiliencia del sistema agrícola en su conjunto. Es tiempo de cultivar un futuro más verde y próspero mediante la adopción de prácticas agrícolas innovadoras y respetuosas con el medio ambiente.

Referencias:

itTerraeVita https://terraevita.edagricole. /nova/nova-investiga/con-innovadores-ingresos-y-impacto-ambiental-desciende/

it itGreenreport.https://greenreport. /news/agriculture/crop-rotation-to-improve-food-security-in-a-climate-change/

Jasdeep Singh, Sandeep Kumar (2021) Responses of soil microbial community structure and greenhouse gas fluxes to crop rotations that include winter cover crops. Geoderma, Volumen 385, 2021, 114843.

Spapp S. et al. (2005) Evaluating Cover Crops for Benefits, Costs and Performance within Cropping System Niches. Revista Agronomía  

Reeves D.W. (1994) Cultivos de cobertura y rotaciones. CRC Press, Inc.

itColaboradores de Wikipedia, "Agricultura de la civilización romana",Wikipedia, La enciclopedia libre, // .wikipedia.org/w/index.php?title=Agriculture_della_civilt%C3%A0_romana&oldid=138116899 (con fecha de 1 de mayo de 2024)

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