Laagricultura regenerativa es un enfoque que pretende regenerar y restaurar la salud de los ecosistemas agrícolas mejorando la fertilidad del suelo, aumentando la biodiversidad y minimizando el uso de insumos externos como fertilizantes y pesticidas. Para lograr estos objetivos, es importante el sistema de gestión del suelo: el laboreo realizado y la maquinaria utilizada.
Con el fin de preservar la estructura y la humedad del suelo y reducir la pérdida de suelo causada por fenómenos erosivos, la agricultura regenerativa favorece el laboreo de conservación, entendido como cualquier sistema que, tras la siembra, deja al menos el 30% de la superficie cubierta por residuos de cultivo. Se pueden distinguir tres niveles de labranza de conservación:
La siembra directa es una práctica que utiliza maquinaria especial, las sembradoras de siembra directa. Estas sembradoras están diseñadas para sembrar directamente en los residuos del cultivo anterior, sin necesidad de arar ni de realizar ningún otro tipo de laboreo del suelo. Suelen ser máquinas combinadas, con discos o con púas de hilera o de precisión, equipadas con dispositivos específicos de preparación de la siembra, que permiten desviar los residuos, incisionar los surcos, sembrar y cerrar los surcos, todo en una sola pasada. Esto contribuye a preservar la estructura natural del suelo, reducir los fenómenos de erosión y desertización, acumular carbono orgánico en el suelo y mejorar la gestión del agua.
Elmínimo laboreo consiste en realizar un laboreo superficial (10-15 cm) sin voltear los terrones de tierra y enterrando sólo parcialmente los restos de cosecha en el campo mediante el uso de cultivadores de anclaje o de discos. Esta práctica permite romper las costras y la compactación superficial causada principalmente por el tránsito de la maquinaria, y cortar los restos de cosecha sin enterrarlos, gracias a la elevada velocidad de avance (8-12 km/h).
El laboreo en franjas consiste en trabajar el suelo en franjas, a lo largo de las hileras de siembra, dejando intacta la futura interfila. También en este caso se trata de un laboreo poco profundo (10-15 cm) que afecta al 25-45% de la superficie total. Este tipo de laboreo requiere la disponibilidad de maquinaria específica conocida como "strip-tillers " y aprovecha los modernos sistemas de telemetría para planificar y gestionar el laboreo.
A menudo, en los casos de conversión de un enfoque convencional a uno conservador, en presencia de una compactación excesiva del suelo, con mucho laboreo y riesgo de estancamiento del agua, puede ser necesario recurrir a la práctica del ripado . Esta práctica consiste en realizar cortes profundos en el suelo (80-100 cm) para levantar y airear el suelo en profundidad sin afectar a la estructura superficial. Para ello pueden utilizarse subsoladores o descompactadores. El subsolado también es útil en el diseño de líneas clave: en este caso, el suelo se trabaja siguiendo un diseño específico cuyo objetivo es optimizar la distribución del agua en profundidad.
En cuanto a la gestión de las malas hierbas, la agricultura regenerativa implica un control mecánico. De hecho, aunque el laboreo de conservación permite conservar la estructura del suelo y aumentar su fertilidad, no es muy adecuado para el control de las malas hierbas. Se pueden utilizar varias máquinas para el control mecánico.